La verdad esta ha sido una semana de mucho trabajo, aunque debo reconocer que desde hace un mes vengo con una carga de trabajo importante y que no me ha permitido escribir.
Comenzare diciendo que ha sido una semana muy fuerte en todo los sentido, ya es conocidos por todos la historia de la menor que fue violada y asesinada, no quiero entrar en muchos detalles en lo ocurrido por este pequeño angelito, pero si quiero retomar algo que he escuchado en varios medios de comunicación “La pena de muerte”.
En la historia de Chile existen 57 hombres que han sido condenados a la pena de muerte, la gran mayoría de ellos eran analfabetos. 1985 los últimos fucilados “Pena de muerte para los sicópatas de Viña, los ex carabineros Carlos Topp Collins y José Sagredo son ejecutados tras ser considerados culpables del asesinato de 10 personas y la violación de 4 mujeres”. El 2001 con 63 votos a favor y 37 en contra el congreso deroga la pena máxima reemplazándola por el presidio perpetuo calificado, equivalente a 40 años de prisión efectiva.
Hoy en día y cada vez que suceden casos de violación y asesinato de menores este tema vuelve a salir a luz publica, esta claro que las personas que viven de cerca este tipo de situaciones lo único que quieren es acabar con el causante o responsable de haberle quitado lo más preciado que han tenido en la vida. Mucha gente vuelve a decir que debería reponerse, ya que mantener a estas personas en la cárcel implica mucho dinero. Por ahí escuche que se gastaba más de $400.000 mensuales, en alimentación, salud, vigilancia, abogados, etc. Debemos recordar que en nuestra legislación el estado le proporciona un abogado al acusado, abogado que recibe un sueldo gracias a los impuestos que cada uno de los chilenos paga. Por otro lado esta el poder o el derecho que creemos tener sobre la persona causante de un delito ,de quitarle la vida, claro como él le desgracia la vida a un ser inocente y con eso a la familia entera, entonces nosotros le pagamos con la misma moneda “Ojo por ojo y diente por diente”.
He ahí una de los conflictos a los que me he visto enfrentada esta semana, me da mucha rabia e impotencia saber que hay un tipo que priva a una joven familia de su hija de 5 años, aun así no me siento con el derecho de quitarle la vida (lo que no quiere decir, que no me gustaría). Prefiero pensar que él pagará en vida todo el daño que ha causado, En prisión tendrá mucho tiempo para pensar y darse cuenta de lo que fue capaz de hacer y estoy segura que la vida en la cárcel no será fácil para él.
Aunque también sé que no es bueno desearle el mal a otra persona, no puedo pensar en otra cosa que no sea que este tipo pague con las penas del infierno todo el daño causado.
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